O pasado 13 de febreiro, ás 19:30 horas, o artista carballiñés Manolo Lanchas inaugurou no Centro Cultural Marcos Valcárcel a súa exposición de esculturas titulada “Óxido”. A mostra, que permanecerá aberta ao público ata o 9 de marzo, ofrece unha mirada íntima á maxia creativa de Lanchas, cuxas obras nacen no seu taller do Carballiño e ven a luz por primeira vez nesta exposición.
“Óxido” está composta por unha serie de esculturas nas que o artista emprega materiais reciclados e reutilizados, outorgándolles unha segunda vida e transformándoos en pezas de arte cheas de significado e orixinalidade. Entre as obras destacadas atópase un cabalo a tamaño natural, elaborado con quebras mariñas recicladas procedentes das praias de Caminha (Portugal), unha velutina xigante construída con ferros reciclados e depósitos de combustible de motos antigas, e un impresionante pavo real creado a partir de ferraduras de cabalo.
Francisco González, director do Centro Cultural Marcos Valcárcel, destacou durante a inauguración a importancia de dar visibilidade a traballos como os de Lanchas: “Unha das misións dun centro como este é sacar á luz obras que, como as de Manolo, levan anos descansando no seu taller. Son creacións descoñecidas para o gran público, pero que, sen dúbida, van sorprender a todos os que se acheguen a velas”.
A exposición non só é un testemuño do talento e a creatividade de Manolo Lanchas, senón tamén unha reflexión sobre a sustentabilidade e o potencial artístico dos materiais reciclados. Os visitantes teñen ata o 9 de marzo para gozar desta singular proposta artística, que combina técnica, imaxinación e conciencia ambiental.
RESUMEN DE PRENSA
O artista expón por primeira vez unha trintena de pezas creadas a partir de materiais reciclados
Ourense, 13 de febreiro de 2025
O artista Manolo Lanchas inaugurou hoxe, ás 19,30 horas no Centro Cultural Marcos Valcárcel, a exposición de esculturas “Óxido”, coa que achega ao público a maxia das súas creacións, nacidas no seu obradoiro de O Carballiño e que ven a luz por primeira vez.
A mostra está conformada por traballos nos que o artista emprega elementos reciclados e reutilizados para darlles unha segunda vida.
O artista Miguel Mosquera fala deste traballo sinalando que “o que Manolo nos presenta é o resultado de moitos anos de calado labor. Non é una mostra espontánea senón a consecuencia dun traballo constante e serio. Os seus materiais son os apeiros de labranza, materiais industriais, chapas de coches, restos de motos, madeiras e ferros… observando e interpretando o que lle transmiten e suxiren os materiais para crear formas belas, delicadas e con movemento”.
Os visitantes poden ver un cabalo realizado a tamaño natural con crebas mariñas recicladas das praias de Caminha (Portugal), unha velutina xigante construída con ferros reciclados e depósitos de combustible de motos antigas ou un pavo real elaborado con ferraduras de cabalo.
“É un canto á imaxinación para darlle unha vida nova a pezas e ferramentas xa descartadas”, sinalan dende o Centro Cultural Marcos Valcárcel da Deputación de Ourense.
O director do centro cultural, Francisco González, sinala que “unha das misións dun centro coma este é o de sacar á luz traballos coma os de Manolo Lanchas, que levan anos descansando no seu obradoiro, que son descoñecidos para o gran público e que van a sorprender aos que se acheguen a velos”.
A exposición estará dispoñible ata 9 de marzo.
https://www.farodevigo.es/ourense/2025/02/16/artista-114343717.html
Manolo Lanchas, el banquero que se convirtió en artista esculpiendo óxido
El escultor carballiñés presenta en el Centro Marcos Valcárcel su primera exposición, más de 30 piezas que compuestas con materiales reciclados que evocan escenas cotidianas
Manolo Lanchas es el autor de las más de 30 esculturas que se pueden ver en el Centro Marcos Valcárcel hasta el 9 de marzo. Los materiales reciclados se transforman en figuras de distintos tamaños y diferentes formas en esta exposición en la que predomina el hierro como elemento de composición, pero donde tampoco falta madera, plástico o latas. Todo le sirve a Lanchas para crear una realidad diferente a partir de un utensilio cotidiano, algo que le gusta, le relaja, se le da bien y no es su profesión, pero ahora sí su oficio a tiempo completo.
«Soy banquero, toda la vida adulta laboral la pasé trabajando en un banco, pero ahora estoy jubilado y tengo el tiempo para este hobby que ni siquiera puedo decir cuando empezó, no le pongo fecha porque lleva desde siempre conmigo», asegura el artista. Para hablar de esos inicios se remonta a la infancia en O Carballiño, «siempre me sentaba a ver como trabajaban distintos artesanos. En mi familia no hay ninguno, no nos va en la sangre, pero en el barrio disfrutaba viendo a los que trabajaban el cuero, la madera, a los zapateros…Se aprendía mucho».
La toma de contacto
De los zapateros se quedó con muchos aprendizajes sobre el tratado de la piel que se pueden ver en varias de sus obras expuestas, pero en pequeñas dosis, porque el protagonismo lo lleva el hierro; algo que también dice que tiene vinculación con la infancia y con la casa de la aldea. «Un día hubo obras en el pueblo, vinieron unos albañiles a instalar algo en el tejado y lo hicieron soldando piezas y era fascinante verlo. Así que cuando se fueron aproveché a recoger algunos trocitos que se quedaron y a unirlos entre sí. Me encantó la estética y que con algo tan rígido pudieras hacer otras cosas».
Hizo «un soldadito», una pieza que no está expuesta, pero está a buen recaudo. «Tendría entonces 9 o 10 años, la hice, me gustó y me olvidé de ello, pero mi padre no, él la guardó y como 15 años después me la dio, yo no sabía que la tenía y me hizo ilusión». Fue el germen de todo lo que vendría después, porque ese mismo año se encontró con el anuncio de un concurso de esculturas y con ganas de participar. «Presenté el soldadito, un poco editado, y quedé el primero», recuerda con orgullo.
De aquellos barros estos lodos, porque ya no paró de crear. Primero se creó su propio taller en el pueblo, «pero perdía el tiempo en el coche, cuando me ponía a trabajar ya era hora de dejarlo»; ahora dispone de una estancia a escasos metros de su vivienda y es allí donde invierte la mayor parte de las horas y, sobre todo, mucho espacio.
Lazos familiares
Para una de las piezas que se puede ver en la exposición, un caballo hecho por completo con palos que el mar arrastró a la orilla en el límite entre Galicia y Portugal, realizó «más de 60 viajes a la zona de A Guarda para poder cargar el coche seleccionándolos». Además está hecho a escala, o casi: «Mi hermano tenía un caballo porque hacía hípica y le pedí que lo midiese y me diese las medidas del cuerpo…La cabeza ya está más ojo», especifica sobre la pieza que capta la mirada del público en la sala. Pero el caballo no es la favorita del escultor carballiñés. «Mi favorita no va a estar en ningún sitio lejos de casa, es una de hierro que nos representa a mi nieto y a mí y la carga sentimental es nuestra» y es mucha, porque se emociona al hablar de ella.
Para esa elaboración empleó martillos, alicates y distintas herramientas de labranza. No para el trabajo de forjado, sino como partes de la obra, todo ello conseguido en chatarreros que se han convertido en su sitio más visitado a lo largo de los años. «Me paseo por alguno y es de donde saco la inspiración porque igual veo un trozo de algo que parece inservible y le encuentro un alma, creo que eso es lo importante para transmitir», asevera el ourensano.
La técnica se repite en otras figuras expuestas en la exhibición, donde el autor destaca las creaciones relacionadas con el circo, como una escultura que recrea una escena de Bemposta, aunque ahora, «estoy empezando a experimentar con los equilibrios», dice el creador de «Óxido» -título de la exposición-, quien si se tiene que quedar con una de sus piezas destaca una que para él se llama «Xogando», aunque expuesta se encuentra como «Sara e Xavi», y representa a una madre balanceando a un niño, «me recuerda a una sobrina y a su hijo que siempre juegan así», indica.
Un pavo real a base de herraduras es otra pieza clave de una exposición que Lanchas prevé que, viendo la acogida, sea itinerante. «Lo que me gusta de hacer estas cosas es que la gente lo vea, esta espero que sea la primera de muchas. Ya estoy trabajando para ello».
Manolo Lanchas hace arte con materiales reciclados
«Óxido» puede visitarse en el centro cultural Marcos Valcárcel
El artista Manolo Lanchas recuperó materiales ya usados para dar forma a «Óxido». Hay un caballo a tamaño natural, una velutina gingante y un pavo real entre una treintena de esculturas. La muestra puede verse hasta el 9 de marzo en el centro cultural Marcos Valcárcel de Ourense. «É o resultado de moitos anos de calado labor. Non é una mostra espontánea senón a consecuencia dun traballo constante e serio. Os seus materiais son os apeiros de labranza, materiais industriais, chapas de coches, restos de motos, madeiras e ferros… observando e interpretando o que lle transmiten e suxiren os materiais para crear formas belas, delicadas e con movemento», apunta el artista Miguel Mosquera sobre la obra de Lanchas.
