- La Agencia Tributaria avanza hacia un control más transparente y automatizado de la facturación
- Empresas y autónomos deberán adaptarse a un nuevo sistema que moderniza las obligaciones tributarias
- El cambio coincide con una rebaja progresiva de impuestos y nuevas normas en el IRPF
- La sesión de hoy de Nexos encuentros por Ourense desveló todas estas claves y adelantó las novedades fiscales para 2026



OS MELLORES ESTABLECEMENTOS
Ourense, 5 de noviembre de 2025_ La CEO acogió esta mañana una nueva sesión online de las charlas Nexos, encuentros por Ourense, ciclo de jornadas informativas que desarrolla desde hace más de 6 años para acercar las novedades en todos los ámbitos que afectan a la gestión empresarial. Más de medio centenar de personas se congregaron ante la pantalla para asistir a las explicaciones sobre ‘Transformación fiscal y digital: claves para 2026 desde la dirección empresarial’. La sesión fue presentada por el secretario de la CEO, Jaime Pereira, y el coordinador de banca institucional de Abanca, José Manuel Nogueira, quienes recalcaron la importancia de trasladar estos contenidos a las empresas y avanzaron la preparación de nuevos contenidos para el próximo año. Para introducir todos los conceptos y claves fundamentales de Verifactu la sesión contó con la participación de Eva María Domínguez, economista en Vento Abogados & Asesores desde 2019. La ponente, Licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de A Coruña, cuenta con una sólida especialización en asesoramiento contable y fiscal y descifró todas las obligaciones y plazos que la facturación electrónica impondrá próximamente.
La Agencia Tributaria ha iniciado la cuenta atrás para la implantación del sistema Verifactu, una nueva normativa que regulará los programas informáticos de facturación con el objetivo de garantizar la transparencia y evitar el fraude. En su explicación, Eva Domínguez explicó que la entrada en vigor de este sistema no supone un cambio en la forma de confeccionar las facturas, sino que afecta al modo en que los sistemas informáticos deben generarlas y conservarlas. Verifactu busca asegurar que las facturas sean íntegras, legibles, trazables e inalterables, impidiendo el uso de software que permita borrar o modificar datos una vez emitidos.
Domínguez explicó que los proveedores de programas de facturación deberán certificar que sus sistemas cumplen estos requisitos y asumirán la responsabilidad de su correcto funcionamiento. Cada factura llevará incorporado un código QR que permitirá al receptor comprobar si ha sido transmitida a la Agencia Tributaria, y el contribuyente podrá optar por enviar sus registros de facturación en tiempo real, lo que facilitará la elaboración automática de los libros de IVA y, en el futuro, permitirá generar borradores del modelo 303.
La entrada en vigor del sistema se ha fijado en dos fases: el 1 de enero de 2026 para sociedades, entidades sin ánimo de lucro y comunidades de bienes con actividad mercantil, y el 1 de julio del mismo año para empresarios individuales, profesionales y comunidades de bienes de carácter profesional.
El nuevo marco también prepara el terreno para la generalización de la factura electrónica. Aunque el reglamento definitivo aún no se ha aprobado, se prevé que las empresas con más de ocho millones de euros de facturación dispongan de un plazo de doce meses desde su entrada en vigor para adaptarse, mientras que el resto contará con veinticuatro meses. El horizonte que maneja la administración es que este sistema sea obligatorio para todos los contribuyentes antes de 2030.
Junto a la implantación de Verifactu, la ponente adelantó que se avecinan importantes novedades fiscales para los ejercicios 2025 y 2026. En el Impuesto sobre Sociedades, las entidades de reducida dimensión —aquellas con ingresos inferiores a diez millones de euros— verán una bajada progresiva de tipos, que alcanzará el 17% para las bases imponibles de hasta 50.000 euros en 2029. El tipo general se mantendrá en el 25%, mientras que las entidades patrimoniales tributarán también al 25% y las de nueva creación continuarán con el 15%.
En el ámbito del IRPF, Eva Domínguez repasó los cambios que se introducirán: se exigirá la presentación de la declaración a quienes perciban prestaciones por desempleo, aunque no lleguen al mínimo de ingresos obligatorio; se elevará el tipo máximo del ahorro hasta el 30%, sumando los tramos estatal y autonómico; y se reconocerán como válidas, a efectos de reducción en la base imponible, las anualidades por alimentos acordadas en convenios reguladores, no sólo las fijadas judicialmente. Además, se establecen nuevas reducciones para rendimientos excepcionales del trabajo derivados de actividades literarias, culturales o artísticas.
Con estos cambios, la Agencia Tributaria busca avanzar hacia una mayor digitalización, control y transparencia en las operaciones económicas. Aunque la implantación del sistema Verifactu será progresiva, la ponente destacó que la recomendación general es anticiparse y adaptar cuanto antes los programas de facturación a los nuevos requisitos, garantizando así una transición sin sobresaltos hacia esta nueva etapa fiscal.

















