Despois de PREVENIR EL NARCISISMO e LO QUE DICE LA CIENCIA SOBRE EDUCACIÓN, o carballiñés JULIO RODRÍGUEZ, doutor en bioloxía, psicólogo e divulgador, xenetista clínico na Fundación Pública Galega de Medicina Xenómica e docente na Universidade Politécnica de Valencia, preséntanos o seu terceiro traballo, JUGAR POR JUGAR, onde nos amosa a necesidade de reconquistar o espazo e o tempo perdidos para poder volver a xogar de verdade.
CONTRAPORTADA:
¿Quién ha enseñado a los animales a jugar? ¿Por qué los niños, desde muy pequeños, son capaces de jugar por sí mismos?
Jugar no es una conducta aprendida, sino que forma parte de nuestro acervo genético, de nuestro repertorio de comportamientos naturales y espontáneos. Esto es un indicativo incuestionable de que se trata de una actividad esencial para el correcto desarrollo humano, es decir, no consiste en un mero pasatiempo, sino que se revela como un imperativo biológico decisivo para una maduración psicológica y cognitiva adecuada.
Sin embargo, nos hemos acostumbrado a asociar la idea de jugar con la de competir. En la actualidad, todos los juegos persiguen un objetivo materialmente productivo y eficiente, con ganadores y perdedores. Esta transformación es limitante, genera ansiedad y elimina los beneficios psicológicos y fisiológicos propios del verdadero jugar.
En Jugar por jugar, Julio Rodríguez —biólogo genetista y psicólogo— nos muestra la necesidad de reconquistar el espacio y tiempo perdidos para poder volver a jugar de verdad. Un texto sólido, apoyado en los estudios científicos más recientes para ofrecernos una perspectiva biológica, psicológica y educativa que nos ayudará a proponer y participar de los juegos de nuestros hijos desde un enfoque lúdico y constructivo, eliminando el factor competitivo y fomentando todo lo que el juego tiene de creativo, social y positivo. Porque jugar por jugar es un asunto vital para nosotros, para nuestros hijos y para la sociedad.