Juan Lois Mosquera
En este nuestro artículo de hoy, más que exponer algunas curiosas elucubraciones acerca de un determinado tema, propongo la pregunta, “¿Somos dueños de nuestros pensamientos? que, quizás, pueda ser interesante pensar sobre ella…
Considero oportuno reiterar una especie de axioma, ya indicado en algún comentario anterior y en el cual decía: “Lo que escribo es el resultado de las instrucciones que recibo de mis neuronas y que muy bien aquellas- las instrucciones elaboradas por esas neuronas-, pueden ser distintas a las dictadas por las neuronas de otros lectores. Pero, a pesar de ello, las escribo, intuyendo que, probablemente, estos pensamientos míos sean similares a los de los lectores de BadalNovas o que, al menos, puedan ser de su interés.
En general, sobre nuestros pensamientos, quizás, podría decirse que de algunos (¿la mayoría? ) tenemos la sensación de ser nosotros sus dueños- los que los elaboramos- y sin embargo, de otros (¿bastantes?), los sentimos como si los mismos nos los hubiesen impuesto. .. Todos recordamos escuchar, en alguna ocasión, a nuestro amigos, familiares o conocidos expresiones de este tipo; “No me doy quitado esto o aquello de la cabeza”. predominando en ese tipo de pensamientos, cuestiones que nos preocupan como: salud, empleo, situación económica, etcétera.
De nuevo, estimo adecuado volver traer a colación unas frases de un manual de Filosofía respecto al “materialismo”: “La cuestión fundamental de toda nueva filosofía, la cuestión en la que se separan los espíritus, algunos filósofos de aquella época, la ven en el problema de la relación entre pensar y ser. ¿Qué es lo originario? Es la materia un producto del espíritu (idealismo) o es el espíritu un producto de la materia (materialismo)”
En consecuencia, un fundamental axioma, quizás, podría enunciarse así: “En principio, existe la materia y de esta surge el pensamiento…
Por analogía y extensión, el axioma anterior, también, tiene otra posible formulación: “A una determinada situación de las neuronas (por las que circulan impulsos eléctricos) le corresponde, asimismo, un solo tipo de pensamiento “.
Como la mayoría de nosotros conoce, por esa casi infinita cantidad de neuronas que conforman nuestros cerebros ( se dice que entorno a las 100,000 millones), circulan débiles impulsos eléctricos que al ir ordenándose de una u otra manera, van constituyendo las instrucciones u órdenes para, por ejemplo, indicar a tal brazo o pierna que se mueva, que los dientes mastiquen, producir las sensaciones de frio, calor, sed , apetito y que se vayan produciendo, también, en nuestro sentir todos esos pensamientos que durante nuestra vigía, constantemente, dan lugar a nuestra conciencia como si alguien , realmente, nos estuviese hablando en voz baja.
En la corteza cerebral– esto es enormemente misterioso y poético-,es donde la materia se transforma en consciencia, es el punto de embarque de todos nuestros viajes, es aquí donde hacemos matemáticas y componemos música. La corteza cerebral regula nuestras vidas conscientes; es lo que distingue a nuestra especie del resto de los seres vivos. La civilización es, sin duda alguna, fruto de nuestra cortezacerebral.
Por su relación con la pregunta propuesta al inicio del artículo, no me resisto, igualmente, a transcribir del libro “Historia universal de la Filosofía ( Hans Joachin Störig) las líneas siguientes: “sabemos también muy poco, en el fondo, del proceso que auténticamente hizo al ser humano, el comienzo del lenguaje y el pensamiento. No cabe separar ambas cosas. El pensamiento va unido al lenguaje. Es en el lenguaje donde alcanzamos los conceptos como instrumentos del pensamiento. Para el niño que está aprendiendo a hablar, cada nueva cosa que aprende a nombrar y llamar queda desprendida, como por una varita mágica, de la multiplicidad del mundo circundante, indeferenciada e incomprendida hasta entonces.. Por significativas que sean estas dos cuestiones- el origen del lenguaje y la relación entre lenguaje y pensamiento, no podemos abordarlas en este lugar… Pero si vamos a retener dos ideas: el lenguaje, en cuanto medio ineludible de nuestro pensamiento, acaso en cuanto su límite, es uno de los temas más importantes de la filosofía. Y la segunda idea: al comienzo del desarrollo histórico conocido encontramos el lenguaje y las lenguas ya esencialmente maduras. Frente a lo que ha precedido, todas las transformaciones, desplazamientos y reorganizaciones que se han realizado desde entonces son de un significado secundario. “.
No quiero extenderme en demasía, pero, a la vista del bombardeo de información que recibimos de los medios de comunicación, (periódicos, televisión, internet, redes sociales, etcétera) entiendo que, actualmente, no es fácil conocer quiénes son, realmente, los dueños o forjadores de nuestros pensamientos.
Volviendo a los filósofos y a manera de síntesis finalizamos con otra reflexión
¿De qué vale el saber que no ayuda a la vida del hombre?
Nota: Música sugerida, Concierto como un divertimento-Adagio nostálgico (1982). Joaquín Rodrigo…
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