Juan Lois Mosquera
En los años de 1945 a 1970, aproximadamente, antes de construirse los accesos (que consistieron, principalmente, en la supresión de algunas curvas y dotar de un tercer carril a los tramos con determinada pendiente) y despues las autopistas y vías rápidas, Galicia estaba llena de zonas en las cuales las curvas en la carretera eran continuas (de Ourense a Pontevedra, creo que tenía 110 a lo largo de los 100 kilómetros. que las separaban, más o menos.
Vienen a mi memoria, ahora, las curvas, entre otras, de Padrón a Pontevedra, las curvas de Herves, (provincia de A Coruña) las de la antigua carretera de Ourense a El Barco de Valedoras etc. Y ya. No digamos las de las carreteras de carácter provincial o pistas locales, en las cuales, por supuesto, las curvas eran constantes, una tras otra.
Por motivos de trabajo, el que suscribe, en parte de aquella época, recorría Galicia por ese tipo de carreteras, frecuentemente, después de atardecer, con noche cerrada. Principalmente, a Vigo, Santiago, A Coruña y, también, Mesón do Vento hasta Ferrol. Dado que residía en Vigo los regresos desde aquellas ciudades (A Coruña. Santiago o Ferrol) a mi domicilio los realizaba, la mayoría de las veces, de noche…
En mi “imaginario popular”, recuerdo que normalmente, cuando regresaba a casa, ya de noche cerrada, y tomando como ejemplo de los tipos de curvas citadas anteriormente (Herves, Mesón do Vento, curvas de Larouco, etc) voy centrar mi relato en la comarca de Valga, entre Padrón y Pontevedra.
Conduciendo por allí con mi modesto SEAT 600, tenía la impresión que por alguna de aquellas curvas ya había pasado hacía pocos segundos. Una especie de la posible famosa expresión equivalente “ Déjá vu “…
Mi cerebro elaboraba frases, más o menos, de este tipo de pensamiento : “Pero si por esta curva creo que ya la pasé hace unos minutos”. Pensamientos que me acompañaban todo el tiempo, en aquellas curvas, desde Padrón a Pontevedra.
Acordándome de las hermosas historias de “Las mil y una noches”, y sus legendarios personajes ” SCHEREZADE” y “ALADINO”, me di cuenta que algunas carreteras gallegas, se convertían en una especie de “Alfombras mágicas voladoras”, y elevaban de las mismas, aproximadamente, unos centímetros las ruedas de mi sencillo SEAT 600 y se desplazaban en tu dirección, como si hubiesen dado un salto de algunos centenares de metros (ALFOMBRAS) . Luego, te esperaban en otra curva cercana… Les gustaba mucho jugar contigo, en este tramo de Padrón a Pontevedra, para que tu comprobases y te sorprendieras que estabas pasando dos veces por el mismo lugar, en un breve espacio de tiempo…, Y así, jugando contigo, el tramo de nuestra carretera, de Padrón a Pontevedra se nos hacía interminable, aunque, paradójicamente, el tiempo empleado en recorrerlo coincidía con los minutos, más o menos que habíamos calculado para ello…
Ante el misterio contado, se me ocurrió la siguiente treta para evitarlo… Tan pronto como notaba la sensación de que por determinada curva ya había circulado, paraba el coche, lo ponía en dirección a Padrón y le metía la marcha atrás. La “Alfombra mágica voladora,” a la vista de la nueva situación de los faros dirigidos en sentido contrario a como estaban antes, interpretaba, que yo, ahora, quería regresar a Padrón.
Para comprender mejor mi estrategia, imaginar que la Alfombra voladora de “Las mil y una noches”, de ancha como la carretera, tenía escrito en uno de sus extremos Padrón y en el otro Pontevedra… Como la esencia de su juego consistía en hacerme creer que en lugar de acercarme al lugar a donde me dirigía,” Ella”, tratando de engañarme, deseaba convencerme que- en realidad, prácticamente, no avanzaba, pues me quería hacer creer que ya había pasado dos veces por la misma curva. Reitero, Mi estrategia consistió en invertir el sentido del coche y circular marcha atrás.
La Alfombra no había advertido mi maniobra y su extremo, donde estaba bordado con hilo de oro Padrón, cada vez, casi sonriendo, me lo alejaba más de la parte delantera del SEAT 600.. En un momento determinado, por los retrovisores y el cristal posterior, yo divisaba ya muy bien, a mi espalda y a la derecha, el Campo Municipal de Futbol de Pasarón. Con lo cual sabía que ya había llegado a Pontevedra. Paraba el automóvil justo encima, del extremo de ” la Alfombra mágica voladora”, en el cual se había bordado con hilos de oro Pontevedra. Maniobraba, de nuevo, para ponerlo en dirección a Vigo, quitaba la marcha atrás y metiendo, sucesivamente, la primera, segunda, tercera y directa, al cabo de poco tiempo, 30 minutos, ya estaba descansando en mi domicilio de Vigo.
Deseo resaltar que estas curiosas singularidades que presentaban algunos kilómetros de nuestras carreteras gallegas (como si se convirtiesen en una especie de Alfombras que elevaban tu automóvil unos centímetros sobre el asfalto) y te adelantaban raudos y a manera de juego, te querían hacer creer o pensar que pasabas 2 o3 veces por la misma curva .Estos sucesos, únicamente, solían producirse de noche, en lugares solitarios con abundante vegetación y ausencia de casas en sus alrededores. Que yo recuerde y volviendo a mi antiguo y personal “ imaginario popular”, estos sucesos tan misteriosos ( que , también, tenían, cierta poesía) nunca se me presentaron en tramos rectos y largos de carretera, en aquellos que estuviesen bien iluminados y, por supuesto, jamás en los centros urbanos de los pueblos o ciudades importantes por los que, también, circulaba (A Coruña, Ordenes, Santiago, Padrón , Pontevedra , Redondela o Vigo)..
Como es lógico las actuales autopistas y las vías rápidas a los principales pueblos y ciudades, en alguna medida, nos han quitado a Gálicas y a todos los que circulaban por estas tierras, el embrujo y el misterio que , a veces, se encontraban, por las noches, en algunos tramos de nuestras mágicas carreteras gallegas
Lector, ¿verdad que tú, seguramente, también, circulando por Galicia en aquellos años de 1940 a 1970, por la noche, tuviste la sensación de que en alguna ocasión, habías pasado por la misma curva más de una vez?
Juan Lois Mosquera
Música sugerida: “Schehezade de Rimskikorsakov”
Curriculum de Juan Lois Mosquera :
Nacido en 1942-Bachillerato por libre en Colegio Isabel La Católica. Preuniversitario Instituto Otero Pedrayo de Ourense. Estudios de Perito Industrial Electricidad en Vigo ( los actuales Ingenieros Técnicos). Actividad profesional en la multinacional Siemens-Vigo (30 años) y Redcom – Vigo (Empresa de Telecomunicaciones). Desde su jubilación en el año 2.001,reside en O Carballiño.
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