Relato de Juan Lois Mosquera: Los antiguos incendios en inmuebles de O Carballiño

Juan Lois Mosquera


 Como otras veces, vamos retomar nuestros recuerdos a los años anteriores a 1955, periodo en que, todavía, O Carballiño no dispone de traída  de aguas (inaugurada en el inicio de la década de 1960).

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Siendo yo un niño o adolescente, en aquella época, ocupan un lugar privilegiado en mi memoria los incendios que  se producían de madrugada en algunos de los inmuebles del pueblo.

De pronto,  en plena noche cerrada,  en la zona de la Plaza Mayor se comenzaba a escuchar los gritos, a grandes  voces, de “ Fuego“, “ Fuego”. Esas palabras las iban repitiendo las personas que las anunciaban por las calles y resonaban con fuerza en todas las calles de su entorno ( Rosalía de Castro, Tomás María Mosquera, Perfectino Vieitez, Cánovas del Castillo etcétera). De inmediato,  se abrían   los balcones de  la mayoría de las viviendas  de esa zona y desde los mismos, con fuerza y tristeza  se preguntaba

-¿ Dónde  eh?

Entonces las personas que habían iniciado los gritos de “Fuego, “Fuego” y pidiendo auxilio, pasaban a indicar de que inmueble se trataba y en qué lugar estaba situado.

En aquellos años, los anteriores a 1955, la inmensa mayoría de los inmuebles, tanto el  suelo, como divisiones, muebles  y otras muchas partes de los mismos se construían con pontones y tablas de madera.

 En mi “ imaginario popular”, recuerdo que muy  poco después de  haberse escuchado los gritos de “ Fuego”, “ Fuego”  ( resonando, todavía, en el espacio) comenzaban a  sonar las campanas  “ a  rebato”  de la antigua Iglesia parroquial. Por  ello  era necesario subir a la parte más alta del campanario y allí, manejando con habilidad los badajos de las campanas existentes iniciar ese típico y trágico toque  denominado “a rebato”. Antes de llegar a la parte alta del campanario, después de haber pasado la Tribuna donde existía un órgano, era necesario atravesar unas dependencias oscuras, donde proliferaban los murciélagos y que nosotros los veíamos con la familiaridad que, ahora, los niños ven, por ejemplo, a  un gato

Hasta  la parte inferior  de la Iglesia, bajaba una cuerda desde el badajo de una campana, la cual terminaba en una especie de empuñadura,  colocada al lado de la pila bautismal, pero esta solamente se utilizaba  para  anunciar novenas sencillas y resaltar los tres toques clásicos de las misas, primero, segundo y los tres últimos que  anunciaban  que iba  comenzar la misa de esa hora.

De un modo que ahora no puedo precisar, de alguna manera, ciertas personas abrían la puerta principal o secundarias de la iglesia (bien con la llave  correspondiente) o forzándola, tirando con fuerza  de los pestillos que tuvieren…

En el pueblo, casi de un modo espontaneo, se formaba una cadena de personas, desde la fuente de Flores, Mina, Fuente del Concello (por cierto, casi nunca vertía agua) hasta el inmueble que estuviese ardiendo. Cada persona trasladaba su cubo lleno  de agua a la siguiente. Esta hacia lo mismo y así se completaba la fila hasta el  lugar del siniestro. En esta función, dispositivos abastecedores de agua,  debemos incluir los pozos  de los domicilios  a los domicilios particulares que disponían de los mismos y con sus aportaciones complementaban los otros citados anteriormente.

En un leve y difuso recuerdo que tengo, que, quizás, algún lector podía confirmar, es el detalle de que D. Jaime de  la Ferretería Parrondo (situada en los  soportales, donde, ahora existe la cafetería Slot) facilitaban calderos nuevos a los que lo necesitasen para así disponer de más elementos que contribuyesen a apagar el fuego en el plazo más breve posible. En los días siguientes, siempre existía el rumor de que, al final, a la Ferretería del Parrondo no habían regresado el mismo número de calderos  que, desinteresadamente, D. Jaime había facilitado (algunos menos) y que en otras casas  algunas personas, aparecían con calderos nuevos, que nunca se les habían visto con anterioridad. Sus vecinos…

Así, a vuela pluma, como suele decirse, recuerdo los incendios siguientes:

“Horno regentado por el Garza (situado a la derecha del Colegio de las Franciscanas, en la Plaza de los Hermanos Prieto, donde, actualmente  existe un pequeño Supermercado)

Un inmueble en la zona del denominado Barrio de San Ramón.

El Taller de Carrocerías Castro (Casa del Redondo, zona del antiguo Campo de la Feria).

La casa del hijo de la Cerdeara, (modesta  vivienda, cercana a la Iglesia parroquial y situada a  la izquierda, en el cruce, donde  comenzaba la pista de tierra  hacia Señorín).

El  Auto Industrial, en la Plaza Roja, con la particularidad que este incendio se produjo a la hora del café, después de comer, y en ellos ( los cafés ) entraban las señoras corriendo y asustadas  avisando que estaban  ardiendo aquellas instalaciones ( Garaje grande a la derecha de los locales conocidos como Cafetería San Remo y Ultramarinos Pacho)

Probablemente me haya olvidado de citar algunos otros incendios notables, pero casi seguro, que  otros  de nuestros lectores  los recordaran perfectamente.

 A manera de versos sueltos y volviendo a mi “ imaginario  popular”, mi cerebro guarda la actividad del Pepiño  Labrador  ( ya fallecido), poniéndose al frente de la organización y tratando de dirigir las labores de extinción., Algunos municipales ordenando las filas de los calderos llenos de agua y las de los de regreso en busca de más líquido. En alguna ocasión se recurrió a llamar por teléfono al Parque de Bomberos de Ourense, pero como es lógico, con las carreteras de antes, tan deficientes y curvas a cada instante, cuando llegaban a Carballiño, el siniestro ya estaba prácticamente apagado.

 Alrededor del inmueble en llamas, siempre existía un gran gentío, emitiendo todo tipo de opiniones sobre las causas del mismo y, con frecuencia se le imputaban a un corto-circuito eléctrico,  un brasero mal apagado, etc. Y, también se hacían conjeturas acerca de si el propietario del inmueble  siniestrado lo tendría debidamente  asegurado.

-Lector, como resumen, y síntesis, de aquellos trágicos sucesos a ti, igual que a mí,  seguro que en tu memoria han quedado grabado , ya permanentemente,  aquellos primeros instantes con las  voces a pleno pulmón, gritando, con fuerza, “ Fuego, “Fuego” y, luego, casi inmediatamente, escuchar tocar  “ a rebato “ las  campanas de la antigua iglesia parroquial, anunciando que se había declarado  un incendio..  

 Juan Lois Mosquera


Música sugerida: “Manuel de Falla – Danza Ritual del Fuego – GECA/Greilsammer”


Curriculum de Juan Lois Mosquera :

Nacido en 1942-Bachillerato por libre en Colegio Isabel La Católica. Preuniversitario Instituto Otero Pedrayo de Ourense. Estudios de Perito Industrial Electricidad en Vigo ( los actuales Ingenieros Técnicos). Actividad profesional en la multinacional Siemens-Vigo (30 años) y Redcom – Vigo (Empresa de Telecomunicaciones). Desde su jubilación en el año 2.001,reside en O Carballiño. 

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