Juan Lois Mosquera
Como otras veces, recurriré a contar alguna tradición que existió en aquellos años, aproximadamente, en las década 1940-1950 y que, actualmente, ya ha desaparecido En aquella época, después de la guerra civil española y la Segunda Mundial, lamentablemente, había mucha pobreza y miseria y debido a ello, los “pobres”, para combatirla se organizaban a su manera.
Muchos carballineses que ya hayan cumplido los 70 u 80 años de edad, recordarán perfectamente que en O Carballiño, el viernes era el día estipulado para darles limosna a los pobres de la comarca
En nuestro comercio (Mercería Irene) adoptábamos el sistema que, por analogía, con más o menos pequeños matices, era el que la mayoría de los negocios realizaba para darle limosna a los pobres.
Nosotros, a primera hora de la mañana de los Viernes, colocábamos unas columnas de monedas de 10 o 5 céntimos de peseta (ambas de cobre), con el fin de ir entregándoselas a cada uno de los” pobres” que entraba o se acercaba a la puerta del negocio para recogerla. Eran distintas las frases que utilizaban para solicitar la dávida, pero quizás, una de las más manidas era “Unha limosniña por amor de Dios”, que acompañaban estirando el brazo para recibir “el Patacón” de 10 o de 5 céntimos que solian dárseles. Estos pobres, se desplazaban a pie, casi descalzos, pues usaban zapatos y calcetines con deficiencias.
En aquellos años (décadas 1940-1950) los comercios permanecían con las puertas abiertas, de par en par, desde que se abría a las 9 de la mañana hasta la hora de cerrar, sobre la 7 de la tarde. Solo se efectuaba una parada de 13,30 a 15,30, para realizar la comida del mediodía.
En general, las peticiones de limosna se efectuaban únicamente por la mañana (de 9 a 13,30) y, normalmente, “los pobres” iniciaban sus peticiones en el cruce de Ribadavia y continuaban ascendiendo por la calle Principal, visitando comercio por comercio hasta alcanzar los situados en la zona que denominábamos “Cuatro Caminos”.
En el imaginario popular de aquella época, eran frecuentes las leyendas de que algunos “pobres” de los que andaban pidiendo, tenían verdaderas fortunas escondidas en los rincones más insospechados en los que solían pasar la noche ( no se les podía considerar vivienda). Por supuesto en aquellos años los Bancos todavía no tenían instalados los modernos actuales cajeros en el interior de los mismos.
Algunos “pobres”, llegaban a tener cierta relación con personas que residían en las viviendas de los edificios. Allí unos le entregaban la limosna semanal y otros le ofrecían un modesto plato de comida caliente que tomaban en el rellano, aprovechando como asiento, las escaleras cercanas.
Si los “pobres”, pedían los Viernes en O Carballiño, los demás días de la semana lo hacían en otros lugares de nuestra comarca (Dacón creo recordar que era los miércoles), Maside, Torrón, etcétera
Como resalta el filosofo Hobbes en su obra Leviatan (1651) “El hombre es un lobo para el hombre”
A veces uno tiene la impresión de que con nuestras limosnas ( normalmente damos lo que nos sobra ) tratamos de silenciar nuestras conciencias y pasado ese momento ( la entrega de la limosna) ya nos olvidamos de reflexionar sobre cómo será su vida diaria y futura de esos ” pobres” ( en última instancia hermanos nuestros; ¿donde despiertan?, ¿a quién acuden si se sienten enfermos?, ¿ tendrían alguna vez, un trabajo digno?, ¿ qué nanas de cariño y esperanza les habrán cantado sus madres en su niñez ?, ¿ cuándo podrán hablar con nosotros de tú a tú?, etcétera.
Lector, en el título de este relato , utilicé la expresión “ “afortunadamente superadas”, seguida de la palabra ( estéticamente). Sin embargo, ahora en el siglo XXI ( disponiendo de medios para que TODOS tuviéramos nuestra vivienda y nuestra comida) aunque no siguen existiendo los “ pobres” de los Viernes, dadas las desigualdades económicas implantadas por nuestros vigentes medios de producción ( en última instancia por El Hombre), desgraciadamente, millones de personas piden “ Limosna” todos los días del año y a lo largo de toda su vida.
Juan Lois Mosquera
Musica sugerida: Marcha fúnebre de Chopin
Curriculum de Juan Lois Mosquera :
Nacido en 1942-Bachillerato por libre en Colegio Isabel La Católica. Preuniversitario Instituto Otero Pedrayo de Ourense. Estudios de Perito Industrial Electricidad en Vigo ( los actuales Ingenieros Técnicos). Actividad profesional en la multinacional Siemens-Vigo (30 años) y Redcom – Vigo (Empresa de Telecomunicaciones). Desde su jubilación en el año 2.001,reside en O Carballiño.
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