Juan Lois Mosquera: “Curiosas bromas de otros tiempos”

Juan Lois Mosquera


                             Sastrería Señor  Urbano

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 Sin recurrir a formalizar teorías mas o menos acertadas sobre el tiempo histórico, es indudable que en el periodo  de 1940  hasta 1955, aproximadamente, antes de la llegada de la Televisión a nuestros bares y hogares, la vida en O Carballiño como en la de otros pueblos semejantes transcurría de manera  diferente a la que se lleva ahora.

Las personas caminaban más despacio, con menos prisas.  Si te encontrabas con un conocido o un amigo, casi era obligatorio, disfrutar de unos breves minutos de conversación y en los días algo fríos se buscaban los lugares donde daba  el sol. Bien para calentar el cuerpo simplemente  o realizar algunas labores manuales  como calcetar, ganchillar , limpiar el cazado, etcétera.

Dado que nadie nos molestaba con las llamadas de sus teléfonos móviles, no con Rasht, había tiempo para discurrir y preparar bromas a los vecinos.

En esta ocasión voy contar la broma que el sastre señor Urbano le solía gastar, en esos días soleados, a los paisanos que pasaban cerca de su negocio.

La Sastreria Urbano estuvo situada bajo los soportales, lindando con nuestra Mercería (Irene), su esposa era Doña Josefa y tuvieron  tres hijos, Pepe, Irene y Lolo. Su hija Irene  se casó  con Maximino Otero (que había sido empleado del comercio de telas  de Acromiano (Gavilán), también, en los soportales).

Maximino Otero  se independencia   del Gavilán y se estableció con el nombre de Almacenes Galicia en la calle Rosalía de Castro, enfrente de la Cafetería Ningures ( recientemente cerada)  cuyo negocio de telas lo  amplió a Ourense, instalándose , al inicio de la calle Ervedelo, en la acera de la derecha.

El señor Urbano, cuando descansaba de coser  o de planchar con aquellas pesadas planchas de carbón, que utilizaban para calentarlas de vez en cuando, aprovechaba ese tiempo para preparar  bromas, por ejemplo de este tipo: Cogía un billete de 100 Pesetas (bastante dinero para aquella época), le hacía un agujero muy pequeño en una de las esquinas, luego, tomaba 4 o 5 metros de sedal muy fino e introducía uno de sus extremos por el citado   agujero del Billete, y lo ataba bien  a aquella esquina.

Aprovechando aquellos momentos en que no pasaba gente en las cercanías de su Sastrería, el señor Urbano colocaba en el centro de ese paso (actualmente, casi siempre ocupado con las sillas de las cafeterías) el Billete de 100 Pesetas (como si hoy se colocase uno de 100 Euros) y se ponía, medio escondido por dentro,  próximo a la entrada  de su Sastrería, teniendo en su mano el otro extremo del sedal.

Al poco rato, alguien que, quizás, fuese a la Plaza de Abastos, divisaba el Billete desde lejos, a unos 4 o 5 metros,  interiormente, pensando que su compra de hoy le iba salir gratis e incluso le  sobraría dinero. Estando ya cerca del Billete el paisano, antes de agacharse para recogerlo,  disimuladamente, miraba si había otras personas cercanas… En cuanto verificaba que estaba solo, tratando de recoger el billete con rapidez y discreción, alargaba el brazo disimuladamente y cuál no sería  su sorpresa cuando   su mano, al tocar el suelo y comprobaba  que de las 100 Pesetas, ni rastro…

A los pocos segundos, salía el señor Urbano a la puerta de la Sastrería y le mostraba el Billete en su mano y el sedal que había utilizado para recogerlo  unos instantes antes  de que el paisano lo tuviese en sus manos.

Los vecinos de aquel entorno, Librería Torrado (Antonio y Pepita), Relojería Román (Román y Manolito), etcétera, celebrábamos sonrientes el éxito de la broma. El frustrado paisano apuraba el paso para que no se le reconociese y alejarse del lugar de frustración.

Y, ahora, pasados unos días el señor Urbano volvía preparar sus Billete esperando al listillo siguiente.

  • Lector, así como suele decirse, “ no todo el que va a misa va por rezar, nosotros podíamos añadirle “ ni todos los que ven en el suelo un Billete, tienen intención de recogerlo y averiguar quién es su dueño”.


Musica Sugerida: Romanza para guitarra , de Salvador Bacarisse

 Juan Lois Mosquera


Curriculum de Juan Lois Mosquera :

Nacido en 1942-Bachillerato por libre en Colegio Isabel La Católica. Preuniversitario Instituto Otero Pedrayo de Ourense. Estudios de Perito Industrial Electricidad en Vigo ( los actuales Ingenieros Técnicos). Actividad profesional en la multinacional Siemens-Vigo (30 años) y Redcom – Vigo (Empresa de Telecomunicaciones). Desde su jubilación en el año 2.001,reside en O Carballiño. 

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