Juan Lois Mosquera
Retomando recuerdos de aquella época(1945- 1955) hoy voy tratar de contar algunos detalles curiosos ocurridos en el Colegio de las monjas Franciscanas que, quizás, muchos carballineses desconozcan.
Popularmente, el llamado Colegio de las Monjas, como la mayoría sabe, está situado en la Plaza de los hermanos Prieto. En aquellos años ( 1945-1955) el suelo de la Plaza era de tierra y tenía tres grandes árboles alineados en el centro de la misma.
Uno frente a la puerta principal del desaparecido Hotel Rogelia ,otro en el centro y el tercero cerca de la pare anterior del edificio que fue de los Quirogas y que,ahora pertenece a un grupo inmobiliario.
Muchos partidos de fútbol jugaron ahí, generaciones anteriores (Avelino Motopi, Juan Marcol, Lito hijo del tabernero, Gumersindo, etcétera) aprovechando los árboles como uno de los postes de las porterías.
El Colegio, en aquellos años, eminentemente femenino , pero en el periodo ya mencionado (1945-1955) admitía niños desde los tres hasta los 10 años. En el último curso de infantiles, en principio, salíamos preparados para el examen de ingreso del Bachillerato, el cual se realizaba en Ourense ,por libre,como solía decirse. El que suscribe estuvo en el Colegio de las monjas, según mis recuerdos, durante los cursos de 1945 al 1952.
Una de las características del Colegio de las Franciscanas era que en aquella época admitía internas( dormian y comían en el Colegio, y únicamente iban a sus casas en las vacaciones de Navidad y Semana Santa y, por supuesto, también pasaban con sus familias el verano .
En mi ” imaginario popular ” creo que la mayoría de ellas, procedían de la zona de Cambados e hijas de potentes conserveros. Los domingos por la tarde salían de paseo en grupo, con sus uniformes impecables acompañadas por tres o cuatro monjas.
Estos paseos de los domingos por la tarde los realizaban, casi siempre, hacia la Estacion, todavía en obras, donde se tomaba muy bien el sol ( y se sigue tomando). Las internas eran un grupo de 20 o 25 alumnas.
Volviendo al “imaginario popular “, según la información obtenida, los nombres de algunas eran: Adela Dominguez, Carmen Salceda, Rosita Paradela (las hermanas María José, Caruca, muy popular y Rosa, a veces venía visitarlas con sus padres, otra hermana menor que ellas) María del Carmen Carballeda, Maruja Nogura, Ofelia,etcétera.
Respecto al nombre de las monjas vienen a mi memoria: Madre Rosa ( mi profesora en la mayoría de los cursos), Madre Asunción ( sabia tocar el piano,el cual estaba al traspasar la puerta principal, encima de una especie de estrado, que lo separaba del suelo unos 30 centímetros, aproximadamente, y al lado izquierdo según se entraba), Madre Esclavitud, muy rígida y de vez en cuando castigaba a las alumnas con el cingulo de su uniforme, que era blanco, duro y tenía unos nudos en su parte inferior). Madre Rosario, Madre Caridad, Madre Pilar ( en mi opinión, un pelin altiva), Madre Alicia y,naturalmente, la Madre Superiora.
Aunque era un Colegio religioso y católico, desde mi subjetividad, creo ,quizás, que había una destacada jerarquización, por ejemplo, entre la Madre Superiora, o Madre Pilar y las tres o cuatro monjas que estaban al frente de la cocina y servían las comidas.
Curiosamente, a pesar de denominarse Madres Franciscanas ( por supuesto toda ellas católicas) para niñas de pocos recursos económicos, habían creado un grupo al que se le denominaba “las gratuitas”. Estas alumnas llevaban un mandilon diferente a las de “pago” y se las obligaba a que entrasen al Colegio por el portalon( puerta que estuvo lindando con el Café Bar Royal, Banco Pastor, y,ahora, con pisos privados, en uno de los cuales tiene su consulta el destacado pediatra Dr. Martin.
Las alumnas de pago siguen entrando por la Puerta Principal del Colegio frente a la actual Cafeteria Lerida.
Volviendo a l” imaginario popular” las alumnas “gratuitas” solían ocupar una clase a la que popularmente denominabamos ” El vagon”. Situada en la parte derecha del patio del recreo, el cual tenia un pozo del que se sacaba agua con una bomba manual y ese sonido del correr del agua hacia el pilón grande, acompañaba, con delicadeza y frescura las hermosas canciones que cantaban las alumnas, cuando jugaban a la rueda, y se colocaban en círculos , todas cogidas de sus manos. Por cierto, tenían un repertorio amplio de canciones que se iban pasando de una generacion a otra .
Entre los actos de relevancia, en mi memoria figuran por ejemplo: los solemnes rosarios y novenas que se celebraban en la Capilla, cantando, entre otros temas, este de “Con flores a María que madre nuestra es”.
A los niños nos resultaba curioso ver cómo las monjas comulgaban entre rejas en aquel espacio cerrado a la izquierda que simbolizaba un poco una especie de habitación de clausura.
De nuestro ” imaginario popular ” no debemos olvidarnos de algunas bromas que chicos ya adolescentes, externos al colegio, que le gastaban a las monjas.
Una de las más clásicas se le hacía en los inviernos, cuando es ya de noche a partir de las 7 de la tarde. Se ataba un sedal fuerte a la aldaba o llamador ( aún no se habían popularizado los timbres electricos) de la Puerta principal y escondidos en la esquina de la frutería del Luis se tiraba del sedal y la aldaba golpeaba la puerta. Salia una monja a abrir y toda extrañada, no veía a nadie frente a la puerta. Esta broma se repetía una y otra vez hasta que cansadas de abrir la puerta sin encontrar a nadie, repasaba bien el llamador y localizaba el sedal.
Los que estaban escondidos, tras la frutería del Luis, ponían pies en polvorosa ,corriendo hacia la cercana Alameda.
Muchas carballinesas, seguro que pueden contar otros detalles del Colegio relacionados con el patio como el truco, jugar saltando a la cuerda, la recogida de flores para adornar la Capilla durante el mes de mayo, las misas que celebraba el sacerdote D. Manuel ( cura del Asilo) los domingos sobre las 10 de la mañana y en las cuales, casi siempre , nos contaba algunos detalles de su famoso viaje a Jerusalen etcétera etcétera.
Ya para terminar, recordemos que en las soleadas tardes de primavera y en las primeras semanas de junio ( puertas y ventanas que dan al exterior abiertas), con frecuencia,en algunas zonas de la Plaza de las monjas se escuchaban simultaneamente las clases o sencillas piezas musicales de los tres pianos radicados en esa zona: el del Colegio tocado por la Madre Asuncion, el del dentista D. Porfirio tocado por sus hijas y el de Doña Emilia Cibeira cuando impartía clases a sus alumnos.
Cuantos inicios, una y otra vez, escucharon aquellas piedras la famosa canción ” Para Elisa de Beethoven” (completa en muy pocas ocasiones)
Lector, verdad que en aquellos años, 1945 al 1955, un curso en el Colegio de las Monjas nos daba la impresión de que era eterno y en el que te sucedían infinidad de vivencias diferentes .
Juan Lois Mosquera
Niños cantores de Viena en el Teatro Nacional
Curriculum de Juan Lois Mosquera :
Nacido en 1942-Bachillerato por libre en Colegio Isabel La Católica. Preuniversitario Instituto Otero Pedrayo de Ourense. Estudios de Perito Industrial Electricidad en Vigo ( los actuales Ingenieros Técnicos). Actividad profesional en la multinacional Siemens-Vigo (30 años) y Redcom – Vigo (Empresa de Telecomunicaciones). Desde su jubilación en el año 2.001,reside en O Carballiño.
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